¿A quién no le ha llegado alguna vez un SMS o correo electrónico en el que aparentan ser tu banco? ¿Qué debo hacer si soy víctima de phishing?
Las estafas realizadas a partir de la sustracción de datos de acceso a las cuentas bancarias están al alza, y cada vez hay más gente conoce y ha sufrido lo que se conoce como phishing.
Estas comienzan a partir de un SMS o un correo electrónico de la que en apariencia es tu entidad bancaria, pero que en realidad proporciona un vínculo de acceso que nos redirigen a una web clonada creada por estos delincuentes en la que se pide que se introduzcan unas claves de acceso, que pasan a su poder para cometer la sustracción.
Reclamar al verdadero autor de los hechos se convierte en misión imposible por la dificultad de localizar a estos. En la gran mayoría de estos casos el cliente no es el responsable del engaño sufrido, sino que la jurisprudencia viene dando la razón ante los bancos porque, de un tiempo hasta aquí, existe un nuevo marco normativo europeo cuya finalidad es la de generar un entorno más seguro y fiable para los usuarios.
Así lo recoge la Ley de Servicios de Pago según la cual, las operaciones de pago solo se considerarán autorizadas cuando el ordenante haya dado su consentimiento por lo que, si el usuario niega haber autorizado una operación, el banco debe devolverle de forma inmediata el importe de esta. Y es que, si falla el doble factor de autenticación mencionado y el ciberdelincuente consigue hacerse con nuestro dinero, la responsabilidad en este caso no sería solo de la víctima .
Independientemente de si has caído en el SMS que se hacía pasar por tu banco o has introducido tus datos bancarios en una página web fraudulenta, es importante que seamos rápidos en ponernos en contacto con la entidad para cancelar cualquier pago no autorizado o la propia tarjeta, así como reclamar a la entidad bancaria la devolución del importe sustraído, a poder ser mediante carta que sea sellada por la entidad o quede reflejado de forma fehaciente.
También debemos poner una denuncia ante la policía nacional aportando toda la documentación y pruebas con las que contemos. Esto lo pedirán en la oficina y sirve para acreditar tu diligencia. Para esto conservar toda la documentación del fraude (mensajes de texto, pantallazos, movimientos en las cuentas, extractos, contratos…).
Si el banco se niega a responsabilizarse del fraude cometido, la mejor solución siempre será poner el caso en manos de abogados especialistas, que se encargarán de las acciones legales pertinentes. Contacta con nosotros para evaluar tu caso y reclamar el dinero sustraído a la entidad bancaria responsable.