La Incapacidad Permanente Y El Derecho a La Reserva Del Puesto De Trabajo
Verónica Santisteban García • 3 de febrero de 2025
La incapacidad permanente es una situación que puede transformar radicalmente la vida profesional de las personas, alterando no solo su capacidad para trabajar, sino también su relación con el entorno laboral y legal. La Seguridad Social ofrece un marco de protección para asegurar que los derechos de los trabajadores se mantengan, incluso cuando enfrentan desafíos significativos en su salud.
¿Qué Entendemos por Incapacidad Permanente?
La incapacidad permanente se define como la situación que sufre un trabajador cuando, tras un proceso debido a enfermedad común, profesional, accidente no laboral o accidente de trabajo, se dictamina que tiene reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyen o anulan su capacidad laboral. No implica la imposibilidad de realizar cualquier trabajo, sino más bien la incapacidad de realizar las tareas habituales con normalidad.
Clasificación de la Incapacidad Permanente
- Total: Impide al trabajador realizar todas las tareas fundamentales de su profesión habitual, aunque puede dedicarse a otra actividad.
- Absoluta: Incapacita al trabajador para cualquier profesión u oficio.
- Gran Invalidez: Se reconoce cuando el trabajador necesita la asistencia de otra persona para actos esenciales de la vida.

Efectos sobre la Relación Laboral
Contrario a la creencia popular, la declaración de incapacidad permanente no siempre resulta en la extinción del contrato de trabajo. Según el art. 49 del Estatuto de los Trabajadores, esta puede llevar a una suspensión del contrato, especialmente si existe la posibilidad de una mejora en la condición del trabajador. Además, algunos convenios colectivos estipulan la recolocación del trabajador en puestos compatibles dentro de la misma empresa, adaptados a su nueva capacidad laboral.
Derecho a la Reserva del Puesto de Trabajo
Uno de los derechos fundamentales que protege a los trabajadores en situación de incapacidad permanente es la reserva del puesto de trabajo. Este derecho se activa bajo condiciones específicas, como la posibilidad de una mejoría futura, y tiene una duración de dos años a partir de la fecha de la resolución. Durante este periodo, el puesto de trabajo del empleado se mantiene a la espera de su posible reincorporación.
El empleador juega un papel crucial en este proceso. Tiene la obligación de:
- Conservar el puesto de trabajo por el tiempo estipulado.
- Facilitar la reincorporación en el mismo o en un puesto adaptado, si la condición del trabajador mejora.
- Cumplir con las normativas de los convenios colectivos que podrían ofrecer protecciones adicionales.