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Derechos del arrendador cuando finaliza el contrato de arrendamiento: Guía práctica para una correcta gestión y recuperación de su propiedad

Verónica Santisteban García • 24 de febrero de 2025

Al finalizar el contrato de arrendamiento, los arrendadores se enfrentan a la incertidumbre de cómo proceder correctamente para garantizar la recuperación de su propiedad. Es fundamental conocer los derechos y deberes implicados en este proceso, ya que una gestión adecuada puede prevenir problemas legales y garantizar la tranquilidad tanto del arrendador como del arrendatario.


Determinación del fin del contrato de arrendamiento


El contrato de arrendamiento debe especificar claramente su duración y las condiciones bajo las cuales se puede finalizar. Usualmente, existen disposiciones sobre la prórroga automática del contrato a menos que alguna de las partes comunique su intención de no renovarlo dentro de un plazo estipulado.



Duración y Prórrogas


Duración inicial: Comúnmente de uno a cinco años, dependiendo de si es arrendamiento de vivienda o local comercial.

Prórrogas: Automáticas a menos que se notifique lo contrario. La ley permite cierta flexibilidad, pero generalmente se requiere una notificación con meses de anticipación para terminar el contrato al concluir el período inicial o las prórrogas.


Notificación de no renovación


Para garantizar que el arrendatario reciba adecuadamente la notificación de no renovación del contrato de arrendamiento y evitar la prórroga automática, el arrendador debe seguir cuidadosamente las normas legales establecidas para el envío de dicha notificación. Aquí te detallo más sobre cómo debe gestionarse este aspecto:

El plazo para enviar la notificación de no renovación varía según el tipo de arrendamiento y la legislación aplicable. En España, bajo la Ley de Arrendamientos Urbanos, los plazos son generalmente los siguientes:


Arrendamientos de vivienda:


  • Si el contrato se firmó después de la última modificación de la LAU (6 de marzo de 2019), el arrendador debe notificar al arrendatario su decisión de no renovar el contrato con al menos cuatro meses de antelación al término del contrato.
  • El arrendatario, por su parte, debe comunicar su decisión de no renovar con al menos dos meses de antelación.


Arrendamientos para uso distinto del de vivienda (locales comerciales):


  • El arrendador debe notificar al arrendatario con al menos treinta días de antelación, aunque es recomendable revisar el contrato ya que podría establecer un plazo diferente.


Para que la notificación sea efectiva y dejar constancia fehaciente de su envío y recepción, se recomienda utilizar uno de los siguientes métodos:


  • Burofax: Es el método preferido porque proporciona una confirmación oficial de la entrega y el contenido de la notificación. Esto es crucial en caso de disputas legales, ya que sirve como prueba de que el arrendatario fue informado adecuadamente.
  • Correo electrónico con acuse de recibo: Si se ha establecido previamente como un método válido de comunicación entre las partes, puede utilizarse. Sin embargo, es menos recomendable que el burofax debido a que podría haber disputas sobre si el arrendatario efectivamente recibió y leyó el correo.
  • Notificación notarial: Aunque menos común por su mayor costo, una notificación realizada por un notario puede proporcionar un nivel adicional de seguridad jurídica, ya que el notario certificará el contenido y la entrega de la notificación.


La notificación debe incluir detalles claros y precisos, como la fecha en que se desea terminar el arrendamiento, una referencia al contrato de arrendamiento y la disposición legal que permite la finalización del contrato. Es vital que la notificación sea clara para evitar cualquier malentendido o la posibilidad de que el arrendatario impugne su validez por falta de claridad o información insuficiente.


Cumplir con los plazos de preaviso y utilizar un método de comunicación adecuado y legalmente reconocido es crucial para evitar la prórroga automática de un contrato de arrendamiento. Estas acciones no solo protegen al arrendador de posibles complicaciones legales sino que también aseguran la transparencia y buena fe en la gestión de las relaciones de arrendamiento.


Desahucio por expiración del contrato


En casos donde el arrendatario se niega a abandonar la propiedad tras la finalización del contrato, el arrendador tiene derecho a iniciar un procedimiento de desahucio. Este proceso judicial es necesario para recuperar legalmente la posesión de la propiedad y requiere la intervención de un abogado y un procurador.


Pasos del proceso de desahucio:


  • Presentación de la demanda: Incluir toda la documentación relevante como el contrato de arrendamiento y la prueba de la notificación de no renovación.
  • Procedimiento judicial: Dependiendo de la respuesta del arrendatario, este proceso puede variar en duración y complejidad.
  • Lanzamiento: Si el juez falla a favor del arrendador, se procederá con el desalojo del arrendatario de la propiedad.
  • Recuperación y revisión del estado de la propiedad. Una vez recuperada la propiedad, es importante realizar una revisión detallada del estado en que se encuentra. Cualquier daño causado por el arrendatario puede ser motivo de una reclamación adicional por daños y perjuicios. Es aconsejable documentar meticulosamente el estado de la propiedad mediante fotografías y, si es necesario, informes de peritos.


Devolución de fianza



La fianza debe ser devuelta al arrendatario una vez se haya comprobado que la propiedad se encuentra en buen estado y no hay deudas pendientes de renta o servicios. En caso de existir daños o deudas, el arrendador puede hacer uso de la fianza para cubrir estos gastos, notificando debidamente al arrendatario las deducciones realizadas.

 

Como arrendador, es esencial estar bien informado sobre los procedimientos legales y las mejores prácticas para gestionar la finalización de un contrato de arrendamiento. La correcta aplicación de estas normas no solo protege sus derechos sino que también facilita una transición ordenada y menos conflictiva al recuperar su propiedad. Para más información o asistencia legal, no dude en contactar con nuestro despacho, donde expertos en derecho inmobiliario están listos para asesorarlo en cada paso del proceso.

 

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